10 años del sistema de selección de altos directivos del sector público: una exitosa experiencia
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Rafael Rodríguez
En el presente ejercicio se van a cumplir 10 años desde la instauración del sistema de selección de altos directivos del sector público a través de un mecanismo de selección profesional liderado por el Consejo de Alta Dirección Pública y a través del cual se seleccionan estos altos ejecutivos y directivos de una forma técnica que busca contratar a los mejores profesionales disponibles para cada cargo.
En un sector público que administra cerca de US$ 60 mil millones de recursos al año, el tener los mejores profesionales administrándolos y gestionando los diferentes servicios del Estado, es crítico para poder gestionar racionalmente tanto los servicios que se entregan, como la eficiencia del uso de los mismos recursos.
La diferencia entre una buena gestión y una gestión mediocre de los mismos puede significar algunas décimas de punto adicionales en el Producto Geográfico Bruto y una mayor satisfacción de sus clientes que somos todos los chilenos
El balance de estos 10 años ha sido muy exitoso; uno de los aspectos menos mencionados en las evaluaciones efectuadas lo constituye el contrastar las profesiones de los directivos seleccionados por el Consejo y las de los incumbentes al momento de ser reemplazados. En el presente, dos de cada tres profesionales contratados tienen como profesión ingeniero comercial o civil, médicos, abogados o contadores auditores y un tercio otras profesiones, en todos los casos la adecuada preparación técnica para desempeñar el cargo es una condición necesaria, sin perjuicio de que el color político sea uno u otro, los profesionales seleccionados por el Servicio Civil son capaces de
desempeñar adecuadamente sus cargos. Esto contrasta significativamente con el perfil de quienes desempeñaban estos mismos cargos hace 10 años donde el pertenecer o ser afín a una determinada corriente política era un factor decisivo en la contratación de varios de los que ahora son seleccionados por dicho Consejo.
El reconocimiento del aporte no sólo es nacional, para la OECD, la efectividad del gobierno chileno está bajo la media entre estas economías con un indicador de 1.19, mientras que el promedio es de 1.32; sin embargo de los diferentes indicadores para hacer este ranking la misma OECD destaca la creación de la Alta Dirección Pública y sus consecuencias sobre la gestión del Estado; en el indicador más específico sobre Altos Directivos Públicos en la OECD Chile alcanza un lugar destacado, muy superior a otras prácticas de gobierno y a la calificación global obtenida por el país.
Afortunadamente, existe también en Chile un reconocimiento transversal al cumplimiento de la misión del Consejo de Alta Dirección Pública a través del Servicio Civil, pero como toda institución valiosa es necesario cuidarla y desarrollarla; sin duda hay varios desafíos que debe abordar, pero es gratificante poder constatar que una reforma transversal como la que dio origen a este importante servicio ha cumplido sus objetivos y debiera ser una fuente de inspiración para otros avances en los que cuando se pone el interés del país por delante y se suma la voluntad política en forma generosa transversalmente, lleva a pensar en la frase,” los chilenos unidos jamás seremos vencidos”.